Como suena, un equipo de investigadores británicos ha
utilizado orina como combustible para
recargar la batería de un smartphone,
con éxito. A pesar de que pueda ser un poco escatológico, no deja de ser un gran hallazgo.
Esto lo han conseguido los científicos de la Universidad de
Bristol utilizando celdas de combustible microbiana (CCM) para convertir la
orina en energía eléctrica y con ésta poder recargar al menos parcialmente la
batería de un smartphone.
Es una fuente energética renovable, pero esta vez vamos más
allá, ya no dependemos del viento o del sol, se trata de nuestra propia orina,
un recurso que podemos estar seguros de que siempre habrá, y además de reducir
los desechos, se aprovechan para generar energía. Aseguran los investigadores.
Según la información, el equipo
cultivó bacterias en ánodos de fibras de carbono y las colocó en cilindros de
cerámica. Las bacterias rompieron los componentes químicos de la orina que
pasaba a través de los cilindros generando una pequeña carga eléctrica que fue
capaz de ser almacenada y usada.
Aseguan
los investigadores que aprovechar nuestros propios desechos, como es la orina,
es la fuente energética más ecológica a la que puede aspirar el ser humano.
¿Sería
posible algún día olvidar el cargador y los enchufes tradicionales? Afirman que
la tecnología de las pilas de combustible microbiano permitiría producir
electricidad directamente por la degradación de materia orgánica, abriendo un
campo tan atractivo como sería conseguir combustibles
a muy bajo coste o gratuitos, como es el caso de la orina.
Para
poder generar este combustible tan solo sería necesario beber mucho líquido,
tan fácil como eso. Esta investigación está siendo financiada por la Fundación Bill y Melinga Gates.
Fuente:
www.muycomputer.com
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