Páginas

jueves, 12 de junio de 2014

La energía undimotriz, una manera de generar energía con las olas



La energía olamotriz o undimotriz es la energía sostenible generada por el movimiento de las olas. Existen varias tecnologías disponibles para aprovechar este movimiento. La más habitual es aquella tecnología mediante la cual se instalan turbinas en el fondo del mar unidas a boyas que transmiten el movimiento de las olas hasta la turbina generando  electricidad. Otro sistema utilizado comúnmente consiste en unas máquinas flotantes articuladas que obtienen la energía del movimiento relativo entre estas partes y que se conocen por “serpientes marinas”.

Este tipo de energía marina está menos desarrollado que otros como la energía mareomotriz o maremotérmica, pero su potencial es igualmente alto, ya que las olas se generan continuamente en todos los mares y costas del planeta.
El puerto de la localidad vasca de Mutriku con la central olamotriz instalada en la parte exterior del dique.

En la localidad vasca de Mutriku existe una central de generación de energía olamotriz que se terminó de construir en 2.011 con una potencia instalada de casi 300kW y 16 turbinas que equivalen al consumo  eléctrico de unas 600 personas, con un coste de 2,3 millones de euros financiados por el gobierno vasco. Esta planta está ubicada en el puerto de Mutriku y utiliza la tecnología denomina columna de agua oscilante (OWC, Oscilating Water Column) mediante la cual la corriente de aire que se produce con el ascenso y descenso del agua por el movimiento de las olas provoca el movimiento de las turbinas que generan la electricidad.

En Santoña (Cantabria) existe otra central undimotriz que utiliza 10 boyas sumergidas para aprovechar la energía de oscilación vertical de las olas y generar electricidad que posteriormente es utilizada en la red eléctrica.

La principal desventaja de este tipo de energía es la alta inversión necesaria para la instalación de las boyas y turbinas y su moderado impacto ambiental. Su gran ventaja es que se trata de una energía renovable, sostenible que aprovecha un recurso natural inagotable como son las olas, que aumenta la independencia energética del país, y que una vez amortizada la instalación genera energía a unos costes muy bajos. Igualmente promocionar la utilización de la energía proveniente de las olas, generaría más empleo verde y el avance hacía una economía más sostenible.

Fuente: www.blogenergiasostenible.com

miércoles, 4 de junio de 2014

Red Silence, un robot que se maneja con los ojos


La tecnología avanza a pasos agigantados y nos hace más fácil el vivir cada día. La noticia llega desde Marruecos donde 3 estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Rabat han inventado un robot llamado Red Silence que puede manejarse con los ojos con el fin de ayudar a las personas discapacitadas a llevar a cabo sus tareas diarias.

Red Silence se apoya en una pequeña plataforma rodante, funciona con el movimiento de los ojos o con el simple parpadeo para realizar acciones simples como el cierre de ventanas, el apagado de la luz, o relacionados con la alimentación, entre otras muchas cosas más. Red Silence también permitirá a los discapacitados estar en contacto con sus familiares a través de una opción de control conectada a internet.



Los 3 estudiantes inventores de Red Silence confirmaron que los gastos del proyecto no superaron los 2.000 dírhams (unos 190 euros aproximadamente) y los promotores de este invento aspiran a comercializar unas 500 unidades en el mercado marroquí para ayudar a los discapacitados.

Fuente: www.elsitiogeek.com

martes, 3 de junio de 2014

'Olvidate de mi' es real: podremos borrar y restaurar recuerdos:


Parece como si estuviese hablando del argumento de la película Olvídate de mí, obra de Charlie Kaufman, donde se plantea la posibilidad de borrar selectivamente recuerdos luctuosos como, por ejemplo, a una ex que nos ha hecho trizas el corazón. En la película no se profundizaba apenas sobre la tecnología empleada para conseguir tal cosa, más bien era la excusa para explicar una historia, casi el Deus ex machina.

Sin embargo, los recientes avances en neurociencia podrían hacer realidad la premisa de Olvídate de mí. Sobre todo a raíz de un nuevo estudio pionero llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California, que borraron y luego reactivaron recuerdos mediante la estimulación de las neuronas en los cerebros de ratas genéticamente modificadas con una serie de pulsos de luz.

Borrando el trauma

El médico y farmacólogo escocés James W. Black desarrolló el propranolol en la década de 1960 que servía a parte de para combatir enfermedades cardiacas, para borrar el dolor de un recuerdo. Al parecer, dicha sustancia, un beta-bloqueante que neutraliza los efectos de las hormonas del estrés, no eliminaba los sucesos de nuestra memoria, pero sí sus peores efectos: las trazas emocionales. Así pues, se continuaría recordando el hecho, pero no el dolor que nos provoca. Una víctima de violación quizá mitigue de este modo las pesadillas, el temblor o el miedo al sexo y consiga hablar de lo sucedido sin sentir angustia. Después de todo, el propranolol resulta más efectivo que la técnica empleada en Olvídate de mí, pues al eliminar todo lo que le recuerde a su pareja, el protagonista también borraba los buenos recuerdos. Propranolol sólo borraría el trauma y dejaría el poso.

Consumido por millones de hipertensos en el mundo, el propranolol actúa sobre los receptores beta-adrenérgicos de la amígdala (estructura cerebral relacionada con el aprendizaje emocional y la modulación de la memoria) durante el procesamiento de información emocional, como sugirieron Merel Kindt y sus colegas del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Amsterdam en un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience. Su hipótesis fue que propranolol puede que "interrumpa la síntesis de proteínas de la memoria amigdalar del miedo, provocando la alteración de ese recuerdo".

Borrando y restaurando recuerdos

Ahora nos llega el primer estudio, publicado en la revista Nature y dirigido por el neurocientífico Roberto Manilow (Universidad de California), que sugiere directamente que el fortalecimiento o debilitamiento de las sinapsis es la base fundamental para la memoria, y que por tanto podríamos borrar o recordar de nuevo cualquier recuerdo. No solo sus trazas emocionales, sino el recuerdo por entero, como si nunca hubiese ocurrido. Tal y como ha señalado Manilow:

Podemos formar un recuerdo, borrarlo y luego reactivarlo, a voluntad, aplicando un estímulo que selectivamente refuerza o debilita las conexiones sinápticas (entre neuronas).

El estudio, de momento, solo se ha realizado en ratas modificadas genéticamente para que sus células cerebrales produjeran una proteína sensible a la luz que podría ser activada por un pulso de luz emitido por una fibra óptica implantada en el cerebro. A continuación, les enseñaron a asociar estímulos luminosos sobre estas células nerviosas con descargas eléctricas y dolorosas en sus patas. Las ratas, de esta forma, aprendieron a tener miedo a los estímulos luminosos. Este aprendizaje se produjo en parte por el fortalecimiento de ciertas conexiones sinápticas, así que las debilitaron con unos impulsos luminosos distintos.

Finalmente, las ratas olvidaron asociar la luz con el dolor, es decir, que olvidaron tener miedo. Como Juan Sin Miedo. Lo más interesante es que el proceso es reversible: reactivaron el recuerdo del dolor y las ratas volvieron a tener miedo a las descargas, aunque no hubieran sufrido de nuevo el dolor.

Si los resultados obtenidos se logran reproducir, quizás su metodología podría servir para estudiar algunos mecanismos para fortalecer las conexiones sinápticas en personas que sufren Alzheimer.

Fuente: www.xatakaciencia.com