Estimular directamente la retina en lugar de sentir el braille en las
puntas de los dedos. Este es el modus operandi de Argus II, un
dispositivo ocular diseñado por investigadores franceses y americanos
de Second Sight, que por primera vez ha logrado patrones de braille directamente en la retina de una persona invidente y leer palabras de cuatro letras con precisión y rapidez.
Tras el implante, el paciente puede ver estos patrones y leer cada una de las letras en menos de un segundo con una precisión del 89 por ciento.
Y esto es posible gracias a un sistema compuesto por una pequeña cámara
montada sobre unas gafas, un procesador portátil que traduce la
estimulación eléctrica procedente de la señal de la cámara y un microchip con electrodos implantados directamente en la retina.
Similar al de los implantes cocleares usados para transformar las
señales acústicas en eléctricas y estimular el nervio auditivo, el
implante visual utiliza una rejilla de 60 electrodos,
que van unidos a la retina para causar una estimulación directa sobre
las células nerviosas. En esta cuadrícula, se estimulan seis de estos
puntos para proyectar en ellos las letras braille.
El resultado es que la persona invidente reconoce las letras braille
fácilmente, demostrando la buena resolución espacial. Tanto es así
que se consigue identificar correctamente el 89 por ciento de una sola letra,
el 80 por ciento en el caso de dos letras, el 60 por ciento en el caso
de palabras de tres letras y del 70 por ciento de las palabras de 4 letras.
El ojo biónico

Otro paso importante para ayudar a quienes tienen problemas de visión a valerse de forma independiente se dio hace escasos meses. Una mujer australiana con problemas de visión recibió un prototipo de ojo biónico del hospital Royal Victorian.
Padecía una importante pérdida de visión por retinitis pigmentosa y,
gracias al dispositivo, de repente percibía una especie de flash cuando
se producía una estimulación externa.
En realidad, restaura una visión moderada que permite distinguir
importantes contrastes, contornos y objetos oscuros, lo cual puede
ayudar a dar autonomía y mayor seguridad en la movilidad a las personas
con deficiencias de visión.
El ojo biónico, desarrollado por investigadores de Bionic Vision Australia, consta de 24 electrodos y un pequeño cable
que recorre la parte posterior del ojo hasta la oreja, donde se adosa
un receptor. Este se inserta en el espacio coroideo, en el interior del
ojo junto a la retina.
Al igual que en el primer caso, la esencia está en los impulsos
eléctricos, que recorren el dispositivo que, a su vez, estimula la
retina. Esos impulsos vuelven luego al cerebro, donde crean la imagen.
Investigadores de la Universidad Cornell de Nueva York
han llevado a cabo estudios similares, que descifraron en ratones el
código neural, que son los pulsos que transmiten información al cerebro.
Fuente: www.blogthinkbig.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario