El uso masificado de dispositivos tecnológicos está acarreando
nuevas enfermedades relacionadas con malas posturas o movimientos que
antes no realizábamos con tal frecuencia a intensidad.

En
los últimos tres años, un 89% de los españoles ha sufrido alguna de
estas dolencias por el uso de portátiles, tabletas, videoconsolas de
última generación, móviles o iPods. Las molestias suelen tener como foco
prioritario la espalda y los cervicales, pero también son habituales en
dedos, codos, ojos y oídos, como publica el diario ABC. De hecho, los españoles somos adictos al uso de estos instrumentos: pasamos una media de 7,2 horas diarias frente a ellos, lo que supone la cifra más alta de la Unión Europea.
De hecho, estas enfermedades empiezan a tener nombres propios: el
'esqueleto de portátil' se refiere al dolor en espalda y cervicales por
las malas posturas adoptadas frente a este dispositivo, el 'síndrome de
la pantalla' es el que supone sequedad en los ojos o visión borrosa o
doble por fijar la vista de manera continuada en la pantalla del
ordenador, y con el 'oído de iPod' se entiende una pérdida de audición
por escuchas música a más de 80 decibelios.
En esta última cuestión, los nuevos reproductores musicales pueden
alcanzar hasta los 130 decibelios, mientras que la Organización Mundial
de la Salud no recomienda escuchar música a más de 65.
Dedos y codos, 'tocados'
Los
dedos son los principales perjudicados por los movimientos de gran
frecuencia y rapidez que realizamos con el ratón del ordenador al 'hacer
clic', y también al escribir con el teclado de los móviles
'Blackberry'. Los teléfonos también están siendo los responsables de problemas en el codo, por la tensión de los tendones de esa zona mientras hablamos.
En cuanto a las videoconsolas, los movimientos realizados en juegos
deportivos o de competición, con la tensión generada por el propio
juego, pueden llegar a ser muy semejantes a los que se producen sin
simulación, por lo que pueden darse lesiones como consecuencia de no
haber estirado los músculos.
Fuente: www.eleconomista.es
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